🎮 Análisis de Final Fantasy VII Remake Intergrade (PC)
El Final Fantasy VII original de PlayStation es uno de los juegos más influyentes de mi vida. De hecho, me compré la consola únicamente para poder jugarlo. Aunque sus secuelas, como Final Fantasy VIII o X, me resultaron más interesantes a nivel argumental, la séptima entrega siempre tuvo un halo especial desde que la vi por primera vez en la mítica Hobby Consolas número 73. No lo pude jugar hasta un año después, en casa de un amigo, en su versión de PC, que curiosamente salió a precio de lanzamiento de consola, algo que sigue ocurriendo hoy en día.
En su momento, el acabado visual del original resultaba impactante: escenarios prerrenderizados con estética futurista, efectos de iluminación en farolas y objetos, y modelos 3D que daban vida a combates visualmente sorprendentes. La banda sonora, compuesta por Nobuo Uematsu, tenía una calidad sobresaliente y encajaba a la perfección con lo que ocurría en pantalla. En cuanto a la jugabilidad, era mi primera experiencia con un JRPG por turnos y, pese a mi falta de experiencia, me adapté rápidamente y lo disfruté enormemente.
Aunque la historia de Final Fantasy VII tiene un final cerrado, con el tiempo han ido apareciendo obras derivadas como el spin-off “Dirge of Cerberus” en PS2, la precuela “Crisis Core” en PSP o la película “Advent Children”, además de las múltiples apariciones de sus personajes en sagas como Kingdom Hearts. Sin embargo, lo que los fans llevaban décadas pidiendo —especialmente desde aquella famosa demo técnica del E3 de PS3— era un remake oficial, algo que finalmente se materializó primero en PS4, más tarde en PS5 y posteriormente en PC, versión que es objeto de este análisis.
⚔️ Jugabilidad
Uno de los grandes aciertos de este remake es su sistema de combate, que combina de manera muy equilibrada la acción en tiempo real con la estrategia del combate por turnos tradicional. El jugador puede moverse libremente por el campo de batalla, realizar ataques básicos, bloquear o esquivar, mientras llena las barras BTC que permiten ejecutar habilidades, lanzar magias, usar objetos o invocaciones. Solo se puede controlar activamente a un personaje a la vez, aunque es posible alternar entre los miembros del grupo o darles órdenes específicas cuando sus barras BTC estén cargadas.
Los enemigos cuentan con dos indicadores principales: vida y fatiga. Los ataques regulares apenas reducen la salud, pero incrementan el nivel de fatiga, que al llenarse deja al enemigo en estado vulnerable, momento ideal para infligir el máximo daño. La clave del sistema radica en descubrir los puntos débiles de cada adversario mediante análisis, magias o estrategias de posicionamiento, lo que añade una capa táctica que enriquece mucho los combates. Además, como en todo Final Fantasy, algunos enemigos cuentan con partes independientes que deben destruirse antes de poder centrarse en el objetivo principal.
El sistema de progresión de armas también está muy logrado. Cada arma gana puntos de habilidad con el uso, desbloqueando mejoras de atributos, nuevas habilidades o ranuras adicionales para materias. Además, los personajes aprenden las habilidades asociadas a cada arma de forma permanente, lo que incentiva a probarlas todas. En cuanto a las materias, su evolución sigue la fórmula clásica: al subir de nivel ofrecen magias o habilidades más poderosas y su combinación en armas y equipo sigue siendo una de las señas de identidad más queridas de la saga.
📜 Argumento y estructura
La historia cubre los eventos que van desde la llegada de Cloud y Barret al reactor Mako Nº8 hasta la huida de Midgar, el tramo inicial del juego original. A nivel narrativo, el remake amplía y profundiza en muchos aspectos del lore, añadiendo matices y nuevas situaciones que enriquecen el conjunto, aunque también introduce ciertos cambios que han generado debate entre los fans. Sin entrar en spoilers, creo que más que un remake, esta entrega puede considerarse un reboot encubierto, una reinterpretación moderna que abre nuevas posibilidades argumentales para futuras partes.
El juego se divide en 18 capítulos e incluye zonas semiabiertas dentro de Midgar donde es posible realizar misiones secundarias. Sin embargo, estas secundarias son uno de los puntos más flojos del título: aportan poco más que experiencia o recompensas menores, y rara vez añaden contenido significativo a la narrativa. Las principales rondan las 40 horas de duración, mientras que las secundarias pueden alargar el juego hasta unas 60, aunque con tareas repetitivas que no están a la altura del resto del conjunto.
🌆 Apartado técnico y artístico
Visualmente, el juego luce espectacular. Los personajes principales y enemigos cuentan con un modelado detallado y animaciones muy trabajadas, mientras que los NPC, aunque más simples, cumplen su función. El diseño de escenarios es sobresaliente, con un apartado artístico que destaca especialmente en las zonas nocturnas de Midgar, donde la iluminación de faroles, neones y reflejos metálicos crea una atmósfera única. Aun así, el título arrastra ciertas limitaciones derivadas de su desarrollo original para PS4, con texturas de baja resolución y cargas tardías en algunos elementos.
En el aspecto sonoro, la banda sonora es una auténtica joya. Las reorquestaciones y remezclas de los temas originales están hechas con un respeto y una calidad sobresalientes, manteniendo intacta la esencia del clásico.
💻 Versión de PC
La versión de PC es prácticamente idéntica a la de PS5. No cuenta con un gran abanico de opciones gráficas, más allá de ajustes básicos de texturas, sombras y densidad de NPC, pero permite disfrutar del juego con un rendimiento sólido. A 1080p, una GTX 1060 es suficiente para jugar en calidad alta a 60 FPS, y en resoluciones superiores como 4K el título brilla aún más, destacando los efectos de iluminación y nitidez de la imagen. Aunque algunos usuarios han reportado micro-parones, en mi experiencia son puntuales y poco relevantes.
⭐ Conclusión
Final Fantasy VII Remake Intergrade es una reinterpretación moderna de un clásico que, pese a sus imperfecciones, logra capturar la esencia del original y llevarla a una nueva generación. Su sistema de combate es una evolución natural del género, dinámico y estratégico a la vez, aunque sus misiones secundarias y ciertos aspectos de diseño narrativo no estén al mismo nivel. Más que un simple remake, este título marca el inicio de algo nuevo dentro del universo de Final Fantasy VII, y aunque el cierre de esta primera parte deja más preguntas que respuestas, consigue que uno quiera seguir explorando lo que viene después.
Recomiendo este juego tanto a los veteranos que vivieron la experiencia original como a los nuevos jugadores que deseen descubrir el mundo de Cloud y compañía bajo una nueva perspectiva.
Filed under: Análisis videojueguil - @ 1 de diciembre de 2022 10:37
Etiquetas: final fantasy vii, pc, ps4, ps5